Castillos de arena
Hubo tiempos donde construía castillos de naipes,
y sobre ellos sueños.
Los sueños se transformaban en pesadillas,
y los castillos en un vacío incalculable.
Me retiraba a la sombra,
allí donde permanecí años escondida,
como si fuera una mancha de vergüenza,
una alegría no deseada que debía estar
oculta de una realidad paralela.
Desdoblaba mi imagen en cada realidad,
como en una fiesta de disfraces
siempre podía adoptar otra identidad.
Rebane el corazón en lonjas muy delgadas,
no quería quedarme hueca,
así no sienta igual,
así no exprese igual
amarme un poco no está demás.
Me quedé quieta en la sombra del árbol
que me cobijaba y me protegía.
Vinieron a buscarme un día,
otro día y otro.
Vi como la arena de sus castillos se derrumbaba,
y todo se fundía con la nada.
Ahora habito en las ramas.
Les dí lo último que había reservado
para cada constructor de castillos de arena.
Hoy me balanceo entre las ramas,
salgo a tomar sol cuando me place
y ¾ de mi corazón aún me acompañan.
Sé que la gente vive de apariencias…
solo construyen castillos con arena.
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